El pasado 9 de noviembre tuvimos la fortuna de vivir la Beatificación de Maria Emilia Riquelme. Es complicadísimo narrar con palabras las emociones y experiencias vividas en Granada. Son momentos que llegan a lo más profundo del corazón de cada una de las personas que allí estuvimos.
Comenzamos el viernes 8 de noviembre con la Vigilia - Oración.
Al día siguiente a la mañana fue el acto de Beatificación y a la tarde el emocionante traslado en procesión del cuerpo de la Beata Maria Emilia desde la catedral hasta la casa madre.
El domingo, tras la Eucaristía de Acción de Gracias, pudimos degustar en la Casa Madre una riquísima paella.
Un fin de semana increíble, no solo para las hermanas, sino para todos los peregrinos y todas las personas que seguimos de cerca la Beatificación.
Sorprende que con el tiempo el espíritu de María Emilia ¡esté cada vez más vivo!.
Que la fuerza de este acontecimiento nos acompañe y nos sirva en nuestros pequeños y grandes proyectos.
¡GRACIAS a todos los que habéis ayudado a crear ese clima tan especial y conseguir que todos vinieramos de Granada felices.
Al día siguiente a la mañana fue el acto de Beatificación y a la tarde el emocionante traslado en procesión del cuerpo de la Beata Maria Emilia desde la catedral hasta la casa madre.
El domingo, tras la Eucaristía de Acción de Gracias, pudimos degustar en la Casa Madre una riquísima paella.
Un fin de semana increíble, no solo para las hermanas, sino para todos los peregrinos y todas las personas que seguimos de cerca la Beatificación.Sorprende que con el tiempo el espíritu de María Emilia ¡esté cada vez más vivo!.
Que la fuerza de este acontecimiento nos acompañe y nos sirva en nuestros pequeños y grandes proyectos.
¡GRACIAS a todos los que habéis ayudado a crear ese clima tan especial y conseguir que todos vinieramos de Granada felices.
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